Este trastorno del comportamiento es ahora conocido por las siglas TDAH (trastorno de déficit de atención o trastorno de hiperactividad) es un síndrome neuro conductual. En este sitio web existe una ayuda para estas dolencias.
Sus manifestaciones más comunes son, los trastornos de la atención y la concentración, alteraciones en la percepción, la conceptualización y la coordinación, también el lenguaje y la memoria. Esta es la razón por la que los niños hiperactivos son a menudo los más atrasados de la escuela.
Es por lo general que se sabe de su condición alrededor de 4 o 5 años, ya que el diagnóstico de trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad pueden ser establecidos a esa edad, no antes.
Reconocer a un niño hiperactivo
No es fácil distinguir entre un niño excesivamente turbulento o un verdadero hiperactivo, especialmente porque no hay pruebas neurológicas o psicológicas para aislar la enfermedad.
Los síntomas pueden ser reconocidos a veces desde el nacimiento (el bebé está llorando sin cesar, se lamenta, se queja, duerme mal, se asustan con facilidad; pero normalmente es cuando el niño comienza su aprendizaje en la escuela que la hiperactividad es revelada.
Si no se mantienen en su lugar, agita a menudo sus manos y pies, se retuerce en la silla, se levanta sin parar, trepar y saltar por todas partes, sufre de problemas de concentración; es incapaz de fijar su atención solo unos momentos, él no acepta ninguna negación o la frustración sin ponerse histérico, entonces hay suficientes motivos para diagnosticar hiperactividad.
¿Qué síntomas de alerta hay para diagnosticar hiperactividad?
3 grupos de síntomas que caracterizan la hiperactividad:
Déficit de atención: Su hijo no es capaz de concentrarse, se dice de él que es distraído. Pierde sus cosas regularmente (guantes, juguetes, bolígrafos, etc.). Se olvida con regularidad poner su chaqueta, tomar su bolsón para llevarla a la escuela.
Inquietud: Su hijo no se mantiene en su lugar, se mueve sin parar. Es un niño que se le pide sin parar a calmarse, o dejar de moverse. Esta agitación se puede encontrar incluso cuando está tranquilo; mueve frenéticamente las piernas mientras ve la televisión, pulsa de forma continua los botones del televisor u otras cosas.
Impulsividad: los niños hiperactivos son capaces de interrumpir cualquier actividad con el fin de obtener una respuesta inmediata a su solicitud. Esta impulsividad puede ser verbal o motora.
Sin embargo para los especialistas indican que, debemos ser prudentes al enfocar y diagnosticar la hiperactividad. Los niños son demasiado impulsivos a esa edad, se puede confundir ciertas actitudes por esta enfermedad.
La verdadera hiperactividad no se refiere a los niños inquietos, que se mueven mucho y pasan de una actividad a otra. Sino a un trastorno que va mucho más allá de malos comportamientos.
El niño hiperactivo, él nunca se detiene, ya sea en la escuela o en casa, sea cual sea la hora del día.