Vivimos en la sociedad de la prisa, la urgencia y el todo para inmediatamente y ahora. Esto, en numerosas ocasiones, tiende a crear situaciones de estrés por no saber exactamente planificarnos, planear nuestros tiempos y nuestras actividades. Lo más adecuado para poder organizarnos y ser autenticas chicas de negocios, grandes ejecutivas, es comenzar por algo tan pequeño pero tan importante como la planificación escrita. Organizarnos con las agendas, ya sean de las clásicas de papel o electrónicas, pero mantener un continuo conocimiento de nuestros pasos, del pasado y del futuro y además con la posibilidad de tomar nuestras notas sobre los clientes con quien hemos estado, nuestros amigos, etc.
Las clásicas agendas de papel nos dan mucho juego porque por una parte, anualmente las vamos a cambiar y por otra, hay de tantos modelos y texturas como podamos imaginar; podemos elegir simplemente diferentes cubiertas e ir combinándolas con nuestra forma de vestir ese día, que nos inspiren la mañana. Agendas con cubiertas de piel, en estampados de leopardo o divertidas, con multitud de colores, o elegantes con ilustraciones de pintores clásicos o en colores básicos, homogéneos y más serios. Para todos los gustos se dan opciones.
Al mismo tiempo, los avances en las tecnologías te dan la oportunidad de tener tus agendas personales dentro del teléfono, electrónicas, donde podrás no solo tomar nota de tus necesidades en cada momento, sino también con sencillas aplicaciones que puedes descargar con una básica tarifa de datos o accediendo a internet por wifi, podrás sincronizar tu agenda con la de tus contactos, con lo que las citas y eventos importantes queden tanto en tu terminal como en el suyo. Las ventajas frente a la clásica son abundantes, desde la funcionalidad hasta simplemente el peso de una de papel frente a la otra, además de las ventajas de apoyar a una política de reciclaje, usando el papel para lo imprescindible.
